domingo, 14 de febrero de 2010

Vacaciones de navidad 2ª parte

Cogimos el coche y atravesamos la isla de este a oeste y llegamos a Raglan, es un pequeño pueblo que se llena en verano de surfistas porque tiene uno de los mejores spots de toda Nueva Zelanda. A mi me recordaba un poco a Tarifa, el ambiente es parecido, tienen un montón de tiendas de surf y todo el pueblo esta lleno de surfistas, por la noche hay diferentes pubs donde ir a tomar unas cañas. El Backpaquer estaba justo enfrente de un lago, podías ir a la terraza, tumbarte en una hamaca y leer un libro o ver a la gente pasar kayak. Lo malo es que por la noche cambio el tiempo y se puso a llover, esto es muy común en Nueva Zelanda, el tiempo cambia de sol a lluvia varias veces al día, ya me acostumbrado después de dos meses, no quiero pensar como puede ser el tiempo en primavera. Por la noche nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo y acabamos en un bar donde había música en vivo. Por la mañana tuvimos que recoger las cosas porque no teníamos sitio para dormir, era el día antes de nochevieja y estaba todo lleno así que tuvimos que irnos a Turangi. Antes nos desviamos un poco y pasamos por las playas, son playas enormes, nunca había visto playas tan grandes, lo malo es que siempre hace mucho viento, son playas muy peligrosas por las corrientes que hay y por las olas que tiene. Te puedes bañar en ellas pero solo entre dos banderas y el agua no te llega más abajo de la cintura. Turangi esta en el centro de la isla justo debajo del lago Taupo, este lago es el más grande de Nueva Zelanda, no podéis imaginaros lo grande que es el lago, se puede navegar por él, es como tener el mar 606 km cuadrados. En este pueblo salen todas personas que hacen las rutas de senderismo del Tongariro National Park Estas rutas son la mas famosas del país porque son las mas duras y tiene los paisajes mas espectaculares, puedes pasar al lado de los volcanes que todavía están encendidos y ver pequeños lagos alrededor de ellos que parecen unas piscinas muy grandes pero encima de las montañas. Por la mañana decidimos que darnos dos días en ese pueblo, así que fuimos a pagar el siguiente día, le entregue mi tarjeta de crédito a la señora y cuando la paso escuche un ruido y veo que la ha partido por la mitad, no me lo podía creer, en ese momento pensé que iba hacer sin tarjeta no podía pagar nada, lo quedaba de vacaciones, la comida y al casero. Despues pense como podría hacer para que me la mandasen. Me dieron ganas de matar a la señora, como coño podía partir una tarjeta. Además esa mañana tenía pensado tirarme en paracaídas y no sabia si eso era una señal para que no lo hiciese, jajaja. Pero respire y decidí tomármelo con calma y disfrutar de la vacaciones y ya veríamos a la vuelta que podía hacer.

Cogí el coche y nos fuimos a Taupo, al aeropuerto para tirarme en paracaídas, tenia justo el dinero en cash para hacerlo. Cada año se tiran desde este lugar más treinta mil personas. Cuando íbamos yendo al aeropuerto podías ver a la gente bajando en paracaídas, hay cuatro empresas y están todo el día cogiendo el avión y tirando gente. Tuve que esperar una hora para poderme tirarme, una hora super larga porque no paras de pensar, ver gente, preguntándote si vas a tener cojones de hacerlo. Te llaman y te preparan para el salto, puedes ver como meten el paracaídas y lo hacen super rápido, piensas “y si no lo han metido bien y no funciona o si no vas bien enganchado al instructor y te suelta”. Soy el primero a que le toca tirarse, estas como unos diez minutos ascendiendo y viendo el paisaje, respirando fuerte y diciendo que si a todo pero sin oír nada, se enciende la luz verde y oyes cuando diga tres saltamos, puff sacas los pies y te tiras, la sensación es impresiónate, es una sensación super rara porque te lanzas al vacío y dura hasta que te estabilizas, luego son cuarenta segundos cayendo en la misma posición y es bastante divertido luego se abre el paracaídas y bajas lentamente hasta llegar al suelo. Solo tenia ganas de repetirlo otra vez. Luego mis amigos me estaban esperando y pasamos el día en la ciudad de Taupo e hicimos la compra de la comida de nochevieja.

La cena fue divertida aunque nadie nos acompaño, solo dos franceses pero lo demás se fueron a sus habitaciones antes de la campanadas, no entiendo a estos Kiwis, pero bueno que se le va hacer. Tampoco nosotros estuvimos hasta muy tarde porque por la mañana teníamos que irnos hasta la región de Wellington. Llegamos a Paraparaumu, este pueblo tiene una playa muy famosa, pero el tiempo no nos acompañaba así que decidimos irnos al día siguiente a la ciudad de Wellington.

Wellington es la capital de Nueva Zelanda, aunque tiene solo quinientos mil habitantes, tiene los más importantes edificios gubernamentales y culturares de Nueva Zelanda. El primer día que llegamos a Wellington nos dimos un paseo por la cuidad, recorrimos el centro y por la tarde subimos a Monte Victoria, desde este monte tienes una de las mejores vista de la ciudad, la puedes ver entera. Wellington esta formada por dos bahías y el monte Victoria las separa. Cenamos en la Calle Cuba, esta calle peatonal esta llena de restaurantes y tiendas. Al día siguiente fuimos a “Te Papa”, es el Museo de Nueva Zelanda, tienes una colección de arte maorí, exposiciones de historia natural, tiene el calamar más grande cogido vivo y medio ambiente. Luego fuimos al botánico, paseamos por los edificios gubernamentales y por último fuimos al museo de Wellington, este museo trata más de cultura contemporánea de Nueva Zelanda. Por la noche fuimos a casa de unos chilenos a cenar, los habíamos conocido en Tongariro National Park. La casa típica de madera-plástico, con entrada con jardín delante, sin muros y detrás otro jardín más grande. Nos prepararon una comida típica de Chile. Por la mañana dejamos a la chica mas egoísta que he conocido en mi vida en el areopuerto y conduje hasta Auckland todo el día, 640 kilómetros.

sábado, 9 de enero de 2010

Vacaciones de navidad 1ª parte

Vacaciones de Navidad:

Los primeros días mis vacaciones de verano estuve en Auckland, esto de verano suena un poco raro porque estamos en diciembre. Vi lo que me faltaba de la ciudad y arregle algunas cosillas del piso, por ejemplo que no me cortasen la luz por que mi casero es un liante y siempre quiere sacar tajada de todo. El viaje empezó el miércoles, nos recogió una compañera de clase y fuimos a una zona de la ciudad que se llama One Tree Hill donde esta el mayor parque de la ciudad, encima de la colina hay un monumento a la nación Maori. Este parque es bastante curioso, porque está dentro de la ciudad y como no hay ovejas y vacas. Durante todo el viaje vimos ovejas y vacas, de una parte a otra de la isla. Luego nos dirigimos a la Península de Coromandel o Hauraki en Maori, dicen que esta parte de la isla tiene las mejores playas de la isla y es donde va todo el mundo a veranear. Salimos por las maravillosas carreteras de Nueva Zelanda, para ellos las autovías o ”Motorway” son como para nosotros las nacionales, así que imaginaros como son las nacionales. Solo se puede ir a 100 Km por hora, hay bastantes controles de velocidad, así que no se le puede pisar mucho, sin contar que muchos tramos pasan por montaña.


Llegamos a Thames y nos dimos un paseo por ella, es una ciudad minera de diez mil habitantes, en toda la región de Coromandel hay ciudades que se construyeron por una fiebre de oro que hubo, pero ahora todas las minas se han agotado. Luego llegamos a la ciudad de Coromandel donde nos alojamos en un Backpaquer dos días, para mi fue el mejor de todo el viaje. Este estaba formado por varias casas donde había diferentes habitaciones para una o más personas. El coste por dormir al día es de 11,5€, luego tenía dos cocinas donde nos podíamos hacernos la comida. En la cocina hay dos neveras donde tu dejas las comida en bolsas, en ellas pones tu nombre para que nadie se equivoque y coja de tu bolsa. La persona que dirigía el Backpaquer es una mujer muy simpática que nos dijo que sitios visitar y nos ayudo a buscar a alojamiento Whitinanga.


Al día siguiente por fin lleve el coche, la primera vez que conducía por la izquierda y que cogía un coche automático. Yo pensaba que iba ser más complicado pero es más fácil que conducir con marchas, lo único raro es coger las rotondas y que todo esta al revés, por ejemplo el cinturón que esta a la derecha, o la ventanillas que suben al revés y lo intermitentes que siempre me equivocaba y ponía el limpia parabrisas por que están a la derecha. Fuimos hasta la punta de la península a la Bahía de Fletcher, esta ruta es bastante complicada porque casi todo el camino es por una carretera sin asfaltar muy pequeña y por eso tardamos como dos horas en llegar. Pero vale la pena porque tiene unas playas increíbles y luego si haces una caminata por el borde la costa puedes ir viendo unos paisajes asombrosos, que mezclan la jungla con la playa. Parte de esta ruta vas por el medio del monte donde no se ve ni un alma, eso si las ovejas y vacas que no falten, lo mas raro es que la vacas te miran fijamente todo el rato y no paran de mirarte hasta que te has ido, da un poco de escalofríos jajajaja. Tardamos unas tres horas en hacer la ruta.


El siguiente día era el Día de Navidad, la dueña del Backpaquer nos había invitado a la comida con su familia, comimos pavo, carne en salsa, patatas al horno, ensaladas, etc. y de postre fresas con chocolate y helado de vainilla. Explico esto porque para mi es poco raro que te inviten a comer a la mesa a unos desconocidos que solo vas a ver una vez en la vida. Estuvimos todo el día descansando y paseando por la ciudad aunque estaba todo cerrado. El tercer día recogimos nuestras cosas y nos fuimos a la única atracción que hay en el pueblo, una especie de tren pequeño que recorre varias montañas. Este tren lo construyo una persona que se dedica a reforestar la montaña con el dinero que saca de los billetes, lleva cuarenta años ampliándolo.


Después nos fuimos a la playa, la señora del Backpaquer nos había recomendado una playa, para ir tenias que atravesar la desembocadura de un río en barca y luego andar un rato por la jungla hasta llegar a ella. La playa era muy bonita, con aguas cristalinas y frías donde podías ver los peces a tu alrededor. Por la tarde nos dirigimos a Whitinanga para mí uno de mis sitios porque es uno de los lugares donde te aconsejan bucear por que hay una reserva marina. Whitinanga es una ciudad donde destacan sus playas arenosas y largas, el Backpaquer que cogimos era un poco malo, habitaciones de más de doce personas, donde casi no se podía dormir y una cocina pequeña para gente que había. Allí estuvimos dos noches. A las ocho de la mañana me dirigí a la empresa de buceo y pregunte si podía bucear, yo veía el cielo un poco nublado pero bueno para ellos es un día normal de playa. Cogimos el bote, en el íbamos seis personas, cuatro iban hacer buceo conmigo y las otras dos iban a hace snorkel. La primera inmersión nos sumergimos por varios valles viendo los diferentes peces, pulpos, langostas y otro tipo animales. Salimos un poco lejos de barco así que tuvimos que ir nadando hasta él, para mi un suplicio porque todavía me dolía el tobillo de la ultima vez. Cada vez me va gustando mas bucear, me encanta estar debajo del agua viendo como nadan los peces a tu alrededor y tocándolos, es una sensación de tranquilidad muy agradable. En la segunda inmersión nos acercamos a una isla donde íbamos a ver más animales. Como me paso la primera que bucee en Nueva Zelanda me encontré pingüinos nadando alrededor, una pasada. De esta inmersión lo que más me gusto fue poder pescar langostas y coger un pez globo, hincharlo y pasárnoslo como si fuera una pelota de baloncesto. El viaje desde la zona de buceo al puerto es increíble porque ves todas las islas de al lado, ves las casas en los acantilados con sus barcos en los muelles de cada uno. Me gusta ir en barco, el olor a mar, encima el que llevaba la lancha se emociono y le piso así que íbamos dando botes. Llegue a alojamiento y me tire a la cama a descansar y a esperar a mis compañeros de viaje que se habían ido a la playa. Por la noche conocí a un maorí que no paraba de hablar de futbol y que estaba bastante borracho, la población maorí es una minoría pero tiene los índices mayores de personas alcohólicas, drogaditas y que están en la cárcel. También conocí a una argentina que era profesora de flamenco, había venido a ver si a los Kiwis les gustaba, pero se ve que no les atrae mucho y solo había encontrado trabajo de camarera, así que había decidido irse a Argentina. Me comento que quería irse a España a buscar trabajo que le iba ser mas fácil, esto ya lo había oído antes, otra argentina y un chileno me habían dicho lo mismo, yo pensaba en la situación que hay en nuestro país y les deseaba suerte, cada vez que miro la Web del Mundo sube el paro, en Alicante ya esta en 29,5%.


Nuestra siguiente parada es Hahei es una población que vive del turismos porque tiene unas playas enormes y muy bonitas y porque tienes dos atracciones naturales, Las Cuevas de la Catedral y la “playa de las aguas calientes”. La primera de ellas es unas cuevas que hay a lado del la playa y que las puede ir a ver, son bastante impresionantes, el problema es que hay demasiadamente gente, normalmente en la otras playas de Nueva Zelanda te puedes encontrar a diez personas como mucho. Para ir a verlas tienes que hacer una ruta de una hora y media. Entre medias de la ruta puedes bajar por dos caminos a dos playas, estas son preciosas y son magníficas para hacer snorkel, puedes ver rayas, langostas y montón de peces porque toda la costa es reserva natural y no se puede pescar en ella. La playa de las aguas calientes tiene ese nombre porque por debajo hay un volcán y calienta la arena así que excavas un agujero en la playa cuando la marea baja durante dos horas y se llena de agua caliente luego tienes que ir con un cubo al mar para coger agua fría porque sino te quemas y ya tienes tu pequeño jacuzzi. El alojamiento de Hahei estaba bastante bien, unas vistas preciosas y relax total habíamos pensado quedarnos mas días estaba todo lleno por ser vacaciones y no tuvimos que ir.







miércoles, 16 de diciembre de 2009

La primera excursión



El finde pasado nos fuimos al norte de la isla, a Bay of Ilands concretamente al pueblo de Paihai. Salimos el viernes por la tarde y como siempre llovía bastante fuerte, desde que estoy en Nueva Zelanda de los siete días que tiene la semana, dos hace sol, uno llueve y los restantes están nublados. En la furgo íbamos una mezcla de personas de diferentes países, una suiza, un mexicano, dos árabes, una brasileña y dos españoles. Desde Auckland a Paihai hay unos tres cientos kilómetros y se tarda unas tres horas y media o más en llegar, las carreteras en este país son bastantes malas, hay una circunvalación que rodea la ciudad “motorway” pero el resto de las carreteras son como las nacionales en España. Llegamos sobres las once de la noche al primer backpackers, son albergues pero están mejor equipados y son bastantes comunes en Nueva Zelanda, cuestan unos 10€ por noche y por persona, las hitaciones sólo tienen literas y un baño, las que tienen cocina propia y TV cuestan unos 30€. Paihai tiene unos siete mil habitantes y tiene unos veinte backpackers, hay muchos turistas, tienen unas playas espectaculares y se pueden hacer diferentes actividades.


Por la mañana nos fuimos a la playa y organizamos las excursiones del domingo, Anne y yo escogimos irnos hacer submarinismo y el resto una excursión por el norte llegando al mar de tasmania y al cabo Reinga, esta excursión la haré en vacaciones de navidad. Luego nos fuimos por la costa viendo las diferentes playas. En las fotos que os enseñare veréis la diferencia que hay de nuestras costas y las suyas, sus costas son playas casi vírgenes, los únicos edificios son chalets que están casi pegados a la playa. Nos bañamos en el Océano Pacífico, eche de menos mi Mar Mediterráneo porque el Pacífico esta bastante más frío, tomamos un poco el sol, un poco porque cada diez minutos se nublaba. Después de comer nos fuimos hacer una travesía de diez kilómetros por la selva hasta las cascadas de Haruru. Esta travesía esta bastante bien porque vas caminando por la selva, ves las vegetación típica de aquí, la famosa planta de Nueva Zelanda, que es el símbolo de su bandera. En un letrero ponía que se podían ver Kiwis pero nosotros nos vimos ninguno. A mitad de la travesía hay un bosque de arenas movedizas que si te caes y te alejas un poco te hundes y no te pueden sacar. Por la noche hicimos una pequeña fiesta en la playa porque era el cumpleaños de uno de los árabes.


A las siete de la mañana nos vino a recoger el guía de submarinismo al backpacker y nos llevo al puerto. Cogimos un bote y nos adentramos al mar por las diferentes islas que hay, es una pasada las islas que hay rodeando la ciudad, son como islotes de diferentes tamaños, en algunos hay casas y tienen sus propios muelles para atracar sus barcos. Hay otras islas donde la gente va a comer o pasar el día con sus barcos o sus kayaks desde Paihai. Llegamos a una isla donde echamos el ancla, hicimos la primera inmersión, era de recordatorio un poco de las reglas básicas, dieciocho metros y treinta minutos, para ver unos cuantos animales en los arrecifes, vimos una manta, un pez globo pero no muy hinchado, una estrella y dimos de comer algunos peces con erizos. Paramos para hacer el “lunch” en una pequeña isla, con nosotros venia un australiano que bajo a coger la lancha para así podernos bajar pero no la copio bien y vino una ola justo cuando estaba yo bajando y se movió la lancha hacia la playa y me pillo la pierna. El domingo tenía el pie hinchado y de todos los colores, azul, rojo, morado y amarillo, pero bueno no me podía perder la siguiente inmersión que era la mejor, el guía me decía si estaba bien y yo ok a todo.


Hace unos cuantos años hundieron en las costas un buque de guerra, es una de las mayores atracciones porque puedes meterte dentro de los camarotes, del puente, de la escotilla donde salían los misiles, etc. El barco se llama Canterbury, tiene 115 metros de eslora y esta a 45 metros de profundidad, los que bucean sabéis que con el “Open Water” solo puedes bajar hasta 20 metros, que es título que tengo yo. Es una experiencia espectacular estar buceando al lado de un barco enorme con peces al lado y ver todo por dentro. En algunos pasillos tienes que ir con linternas porque esta oscuro y no ves nada. En total nos costo unos 120€ las dos inmersiones, el trayecto de una hora de ida y vuelta y la comida. El trayecto también es una pasada porque los fines de semana pueden reunirse en el mar unos cien barcos que van navegado a las diferentes islas, parece que se esta haciendo una regata. Una nota informativa cuando íbamos a la ida vimos pingüinos nadando al lado del barco solo con eso quiero señalar como estaba de fría el agua. Cuando llegamos al puerto tuvimos que esperar unas horas a los otros y por la tarde regresamos a Auckland. Os pongo unas pocas fotos para que veáis la excursión pero os enseñare todas cuando vuelva.




Saludos a todos y la próxima vez hablare de los pisos en Auckland y de la fiesta de navidad que fuimos este finde.


lunes, 30 de noviembre de 2009

Mi primera semana






Después de dormir catorce horas seguidas el lunes empecé las clases en la academia. Nos hicieron un examen, consistía en tres partes, una era gramática, otra era compresión y la ultima conversación. El examen duro toda la mañana y al final me han puesto en pre-intermedio que es el tercer nivel de siete que hay en academia.


Después de clase me fui a comprar la comida, os tengo que decir que aquí la comida es muy barata, los sitios son como mini-supermercados, tienen estanterías llenas de diferentes platos, lo único que tienes que hacer es calentarla, por ejemplo un plato de pasta con pollo cuesta unos 5,2 dólares unos dos euros y medio. Por la tarde me fui a dar una vuelta por las calles principales de la ciudad. La calle principal se llama Queen Street, me recuerda mucho a la Gran Vía de Madrid, es una calle de todo tipo de tiendas, centro comerciales, restaurantes (hay algunas zonas donde hay diferentes estilos de restaurantes y puedes coger un plato de cada clase, por ejemplo un primero de un italiano y un segundo japonés) y edificios de oficinas, Antonio hay una torre entera de Deloitte por si te quieres trasladar una temporada.


El martes ya empecé en mi clase, tengo dos japos, un coreano, una tailandesa, dos españoles, una suiza, una chilena, una alemana y una árabe, cada semana van entrando y saliendo diferentes personas. Las clases son muy interactivas, normalmente se hacen diferentes grupos, se habla en ingles y se van haciendo diferentes ejercicios. Yo casi lo entiendo todo pero me cuesta mucho poder hablar con ellos, se nota la gente que ya lleva mas tiempo por que se le van mas sueltos. En un descanso he conocido a un español, Ángel, que esta en un nivel más alto, es la persona que me esta ayudando, me explica como van las cosas, teléfono, buscar piso, abrir una cuentas, etc. Tenemos bastantes cosas en común, él se va que dar unos cuantos meses en la Isla del norte y luego se irá a la isla de Sur. Tampoco lo veo mucho, por la mañana esta en otra clase y por la tarde trabaja en un restaurante, al principio viene bien un poco de ayuda porque se esta un poco perdido en la cuidad. Hemos quedado para ir hacer alguna excursión con más personas de la escuela.


El miércoles por la tarde decidí ir a darme una vuelta por el puerto deportivo de la ciudad, en la entrada del puerto esta el museo marítimo y el barco con el que ganaron la Copa de América hace unos años, algunos recordamos la peli que hicieron hace unos años sobre esa competición. El barco es más grande de lo que pensaba, os ensañare alguna foto cuando vuelva. El puerto deportivo es muy grande esta lleno de restaurantes y bares de copas. Al lado están las empresas que se dedican a la excursiones en el mar hay dos que están muy bien y alguna haré, la primera es ir a ver delfines y orcas en el mar y la otra es la que yo creo que mas le gustaría a mi padre, irse en un barco de la Copa América a dar una vuelta. Hay tantas cosa que hacer y son tan caras que cuesta decidir cual hacer. Luego me fui a la Sky Tower, esta a cinco minutos de mi residencia, la entrada cuesta unos 25 €, la torre tiene 128 metros de altura y se ve toda la región de Auckland desde allí. La gente va a ver los atardeceres desde arriba del todo, esta muy chulo ver como se va poniendo el sol. En la torre se pueden hacer dos cosas más, una es la de saltar desde la torre y la otra es que te cogen con un arnés a un asiento y te sacan y empiezas a dar vueltas a la torre.


El sábado fue mi cumple, por la mañana ayude a Ángel hacer la mudanza de su homestay a un piso, normalmente los homestay están a las afueras de Auckland y las personas que estudian en la escuela tardan por lo menos treinta minutos en llegar por eso muchos deciden cambiarse a un piso en el centro. La próxima vez ya hablare de los pisos por que yo el 8 de diciembre me cambio a uno. Por la tarde estuve estudiando un poco, los lunes nos hacen un pequeño examen de lo que hemos dado en la semana. Por la noche me di una vuelta por los bares de copas del centro, en Nueva Zelanda como buen país anglosajón se bebe mucha cerveza y pocas copas, si te pides una copa te ponen casi chupito de ron. No estuvo mal la noche.


El domingo fuimos al Museo Nacional, esta encima de una colina que llaman Domain, en verdad es un volcán, la región de Auckland tienen mas de 50 volcanes. Es una de las partes verdes de la ciudad, donde la gente va hacer todo tipo de deportes, rugby, quicret, fútbol, etc. En Auckland no hay mucha oferta cultural como por ejemplo museos, no es como en Madrid. Este museo es una que mezcla, por una parte de su cultura, de su historia y de su naturaleza. La entrada cuesta 5$ y aparte están los eventos que son más caros. La primera planta del museo está dedicada a las civilizaciones que tienen alguna relación con la Maori, te enseñan como han ido desde el continente asiático hasta la diferentes islas del pacifico. Desde la isla de Formosa hasta Rapanui. Otra parte de la planta esta dedicada a la cultura Maori, tienen una de las canoas más grandes y mas antiguas del país, también dentro hay cabaña ceremonial muy grande y se pude entrar. En esa zona hay unos maoris y puedes hacerte una foto con ellos, es la que he puesto en el blog. En la segunda planta esta dedicada a la biodiversidad que ha habido y que hay en la isla, esqueletos de dinosaurios, anguilas vivas, pingüinos, aves y etc. Esta muy bien yo nunca había estado en un mueso de este estilo y es curioso ver todas las especies que tienen en el país. La última planta es la mas me ha gustado porque esta dedicada a las guerras que ha participado Nueva Zelanda, su Guerra de Independencia, la Guerra de los Boer, la Primera Guerra Mundial, la Segunda, la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam, las diferentes Guerras del Pacífico y las que han ido como cascos azules. Hay de todo, armas, uniformes, banderas, cartas, medallas. Hay dos cazas de la Segunda Guerra Mundial uno de la RAF y otro de los japos, un Zero.


Por la tarde fui al Festival de unos grandes almacenes que cumplen cien años y son muy conocidos, nos reunimos mas de doscientas cincuenta mil personas para verlo. Yo no me acuerdo de la cabalgata de Reyes pero esto era muy cutre y hortera. Las diferentes carretas eran cada uno de un palo y lo más cutre era que estaban patrocinadas por diferentes empresas de todo tipo, restaurantes, canales de radio y televisión, empresas de aventuras, marcas de comidas. Yo creo que si viesen la cabalgata de reyes de Madrid se quedarían alucinados.

Bueno eso es todo, este finde me gustaría tirarme en paracaídas en el lago Tapo pero como el tiempo esta regular no se si vamos a poder ya lo sabréis la próxima semana.


Saludos a todos

Carlos





miércoles, 25 de noviembre de 2009

El viaje eterno



Mi viaje a Nueva Zelanda empezó en Alicante el jueves por la tarde y va durar como mínimo seis meses. Tras tres horas de vuelo llegue a Gatwick un aeropuerto pequeño pero que esta todo muy bien señalizado. Empieza mi aventura con el ingles, llego a la policía y le digo “hi”, pero yo creo que lo dije tan bajo que ni yo me escuche así que lo digo un poco mas alto y la policía me mira un poco raro y me pregunta que voy a hacer en la Gran Bretaña y yo le digo que de paso a Nueva Zelanda y me deja pasar. En el aeropuerto tengo que comprar un billete de autobús que me lleve desde Gatwick hasta el de Heathrow. La segunda prueba de mi super-inglés comprar un billete y no acabar en la terminal incorrecta, me lo preparo antes y se lo digo de carrerilla, fácil.












(Aeropuerto de Gatwick)


Salgo a la parada del autobús que me lleve a Heathrow y tardo unos 45 minutos, previa parada antes porque se ha roto la puerta del autobús y no puede cerrarla, así que tenemos que parar hasta que llegue otro. Llego Heathrow sobre las 24:00, en el aeropuerto no hay nadie, solo encuentro un grupo de musulmanes que se han cogido todos los asientos confortables para ellos y se han hecho una especie de fuerte estilo oeste americano. Me quedan diez horas hasta que tome el vuelo a Auckland y van ser unas horas muy largas porque casi no puedo dormir. Los asientos son de metal, están más fríos que la leche y separados cada uno por unos brazos, así que cada cierto tiempo me tengo que cambiar de posición.


Cada vez que me voy despertando o mejor dicho abriendo los ojos veo personas diferentes intentado dormir un poco. A las seis de la mañana parece eso la Gran Vía no para de pasar gente y ya no se puede dormir así que intento leer o ver alguna peli. Si alguna vez hago un viaje similar y tengo la conexión por la mañana pasaré la noche en un hotel y luego ir al aeropuerto.


A las ocho decido facturar las maletas, cuando llego al mostrador la chica me dice que me paso del peso y que tengo que pagar unas 600 libras para poder meter las maletas o pagar un billete en primera, todo en inglés y yo desesperado explicándole que no lo pienso pagar. Me toca abrir la maleta grande que esta con el plástico y la pequeña para distribuir el peso. Aun así tengo que dejar algunas cosas allí, unas camisetas viejas, la crema del sol, liquido para las lentillas y un viejo pantalón de chándal y meter la mochila en la pequeña. Al final pasa todo se soluciona pero aun me dice que el ordenador y la cámara tienen que ir dentro de la de mano cosa que me niego. Al final de todo nadie me dijo nada solo era para dar un poco por culo y a ver si cuela pagar un poco.

A la hora de embarcar conozco a una española que va tanbien a Auckland, por lo menos las ocho horas que pase en Brunei no estaré tan aburrido.


El viaje ha sido muy largo no se como describirlo, la compañía Air Royal Brunei empieza siempre con un video rezando el Corán, las asistentes de vuelo súper ambles y te dan de todo, si necesitabas alguna bebida te la daban gratis. La primera escala es en Dubai después de dieciséis horas de vuelo donde paso por toda Europa. Me parecía que nos trataban como las gallinas de corral que no tienen alas y que le controlan las horas de luz y las engordan una gran velocidad. Cada cierto tiempo encendían las luces y nos daban de comer ya ni miraba el reloj porque no sabía a que hora estábamos de verdad. En el asiento tenia una TV donde podía ver algunas series, películas y con un mando jugar algunos videojuegos, eso estaba chulo. En Dubai nos hicieron salir del avión dar una vuelta por el aeropuerto y pasar unos controles de seguridad para poder embarcar, al final ya no se cuantas veces me tuve que quitar el cinturón, yo creo que unas ocho veces o mas. Una de las cosas curiosas de este viajes son los servicios de los moros, son un agujero donde te pones casi sentado y ala hacer tus necesidades, no hay papel pero si una pequeña manguera donde te puedes echar un poco de agua para limpiarte, yo me iba al de minusválidos que tenía taza.


La siguiente parada Brunei, otra vez de lo mismo comida con luces, pelis y pasearme un rato por el avión. Cuando llegamos a Brunei nos da la opción de hacer un Tour gratis de una hora u otro que costaba 30€ y eran cuatro horas, vistas a varios museos, comida y etc. Como me niego ha estar mas horas en el aeropuerto decidimos Estela y yo coger la segunda opción e ir a ver Brunei.


Al salir del aeropuerto no sabéis la humedad que hacia era insoportable, no se podía ni respira un aire caliente y calor sofocante, estamos a unos treinta grados. Cogimos el autobús y no toco un asiático que me recordaba al Japo de Héroes, contaba chistes que solo se reía él. Nos dio una vuelta por la ciudad enseñando los edificios mas importantes y luego nos enseño una mezquita que la habían construido hacia poco y que casi todo las cosas eran de oro. Os pongo una fotillo para que os hagáis una idea. En la mayoría de los sitios que vistamos no hacían quitar los zapatos y dejar la cámara por eso no tengo muchas fotos. Lo de los zapatos es curioso en los museos, en una casa y en otros sitios tenias que ir descalzo. En el museo dedicado al Sultan y a su familia estaba hecho de mármol entero (como a muchos elcheros que conozco, que nadie se de por aludido). El mármol estaba frío de cojones.



Pues imaginaros un mueso dedicado al Sultan con sus fotos de cuando iba al cole, cuando jugo su primer partido de polo, su coronación, etc. Yo pienso que tenemos que hacer lo mismo con nuestro querido Rey Juan Carlos I, donde veamos sus fotos de niño y sus salidas al mar con el Bribón jajajajaja. El museo de ciencias estaba más chulo había dos esqueletos de ballena y algunos animales disecados que no había visto nunca. Por último nos llevo a una especie de ciudad que estaba en el agua y que tenia de todo, escuelas, mezquitas, centro de salud, etc. Nos enseñaron una casa típica y nos invitaron a tomar te y unas pastas típicas del lugar que estaban buenas pero de textura eran muy raras.



Otra vez al aeropuerto, comemos una comida picante casi me muero, me tuve que comprar dos botellas de agua y estuve todo lo que queda del viaje con ardor de estomago. Pasamos el típico control de seguridad otra vez y nos metemos en avión nos quedan diez horas de vuelo de lo mismo, estas últimas horas fueron las peores se me hicieron eternas.


Al final llegamos a Auckland me despido de Estela y salgo al vestíbulo donde me espera una persona para llevarme a la residencia. Cuando llego a la residencia tengo que esperar un rato hasta que me den la habitación y así que me bajo a la sala estar y me pongo a ver la TV de eso que llega un chico y me dice que si puedo cambiar el canal que quiere ver un partido de fútbol. Mi sorpresa es que es el del Real Madrid contra el Racing. Yo le digo que si conoce quien es cada uno y que el de blanco es el equipo de la capital de España (toda la conversación en ingles), el tío todo tranquilo me dice que si. Al rato me llaman y subo a la habitación a pegarme una ducha que llevaba tres días sin hacerlo y cambiarme de ropa. Después me bajo y le pregunto que como se llama y me dice que José y le pregunto que de donde es y me dice que de Madrid y le había dicho todo eso antes del Madrid y cabrón no me había dicho nada, pero bueno.


Este es el resumen del viaje un poco largo, las próximas entradas serán cortas pero es que fue un viaje eterno de tres días. Uno de los temas que tratare es ¿porque todavía no he visto un perro en toda la ciudad, se lo comen como los chinos?